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sábado, febrero 20, 2010

La moda de la desnutrición.

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¿Qué tal le parece esta muchacha? ¿Bonita? ¿Agraciada? Fea no es, en eso todos estamos de acuerdo. Tiene una mirada hipnótica y una fragilidad hermética.  ¿Aún duda? Le muestro otra foto.

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Una imagen matutina, evidentemente photoshopeada, pero buena. La niña es linda, no debatiremos ese punto.  La maniquí pesa tan solo 44 Kg. Flaquita.  Bien delgada.  Bueno, ella es modelo y por lo mismo, se entendería que fuese tan delgada. El problema es que  esta  mujer  fue discriminada por su peso, ya que se consideró que la chica era “gorda”.  Es ese el tema que me complica: el extremo raquitismo de las musas de pasarela. OK, a mi NO me gustan las flacas, me gustan que tengan “de lo suyo”, pero sin caer en excesos (no obstante, procuraré que mi inclinación no influya en mi juicio).

En primer lugar, suena un poco sórdido que mientras en el “primer mundo” (Europa y EE.UU.) el prototipo de belleza es ser cada vez más delgada,  en el submundo las personas luchan por no morirse de hambre (pero los raquíticos africanos no son tan fashion, hay muchas moscas).   El primer modelo – el del “primer mundo”- se impone, y en consecuencia, es imitado por artistas en general, y las artistas a su vez, son imitadas por las ilusas jovencitas quinceañeras (y no tanto). Así, resulta peculiar que en la parte norte del hemisferio las niñitas vomiten comida, para así llegar a ser “delgadas”, mientras que en el hemisferio sur la gente se muere de hambre.

Lo otro que me perturba es el mundo de la moda en sí, lo encuentro vomitivo.  Un universo aséptico, frívolo y completamente artificial, que destila lujo y sandez. El mundo de la moda tiene sus musas en pasarelas, pero parece que las musas cada vez tienen que ser más enjutas.  Ahora bien, yo me pregunto ¿qué tan delgado son los diseñadores? Hasta ahora no he visto en mi vida diseñadores que pesen 44 Kg. Todo lo contrario, muchos están pasados algunos kilitos. Por ende ¿con qué autoridad moral, estos pelafustanes eunucos, predican, enjuician y castigan a las jóvenes ninfas por estar “gordas”? Si buscan una mujer delgada que luzca sus prendas huevonas ¿por qué no se compran una escoba? Son delgadas y baratas, a nadie le bajan el autoestima y serviría para barrer el desperdicio de neuronas que se produce en la pasarela.

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