Los verdaderos asesinos de la música.

Usualmente, cuando se habla de la propiedad intelectual y del tema de las descargas, siempre han caminado a la palestra de los acusados los viles piratas. Individuos abyectos, desprovistos de toda moralidad, jóvenes delincuentes que inmisericordemente blanden sus dedos haciendo clicks  mientras bajan discos de sus artistas favoritos. Perversos. Delincuentes. (Claro. no importa meterlos en la misma saco con violadores, narcotraficantes, homicidas y cuanto desquiciado camine por allí, todos son delincuentes al fin y al cabo).  

El punto es válido, pero hay otros explotadores de los que no se habla mucho: los grandes holdings que mutilan temas de nuestro reconocido folclore. El tema surge sobretodo con el bullado caso de Los Jaives con Almacenes Paris, Los Tres con Ripley, y en otras latitudes, Morrissey y los Black Rebel Motorcycle Club, entre muchos otros.

Para que mis sindicalistas furiosos entiendan en términos legales lo que ocurrió con Los Jaivas, se los explicaré rapidito , pues todo se basa en distinguir al autor del titular de una obra: cuando tú creas una obra, la que sea, eres autor. Sacas una foto y eres autor, compones un tema musical y eres autor. Así, Los Jaivas son autores y titulares de su obra, es decir, pueden hacer con ella lo que sea. Dentro de esas facultades están: la publicación, reproducción y distribución de la obra. Esas facultades son patrimoniales, es decir, se encuentran en el mercado y pueden ser adquiridas o autorizarse su uso por terceros, mediante- por ejemplo-  contratos (como los contratos que se firman con sellos disqueros).  Entonces ¿qué sucede? es usual que en la industria musical, estas facultades patrimoniales tengan distintos titulares (dueños) y existan sellos que comercialicen estas facultades patrimoniales. Esto no implica que Los Jaivas no tengan pito que contar, todo dependerá de las cláusulas que las partes hayan estipulado. Por eso, Jaivas y futuros músicos, LEAN ANTES DE FIRMAR.

Resuelto ese tema, quisiera conectarlo con otro vinculado: ¿Por qué se armó tanto show con el comercial de Los Jaivas- Almacenes Paris y nada se ha hablado de Los Tres-Ripley? Ambos avisos publicitarios utilizan canciones que están incrustadas en el imaginario nacional. Pero hay una diferencia sutil. La música de Los Tres hace rato que está al servicio de los políticos y eso constituye la carnada perfecta para que luego se comercialice. A diferencia de Los Jaivas, que sólo han entregado su música a la gente, no a los políticos. Por lo demás, al igual que en el caso de Los Jaivas, mucho dependerá del contrato que firmen con su disquera. Hay un tema ético que en Los Jaivas era insoslayable, no así con Los Tres.

En fin, el conflicto con las disqueras no sólo se reduce a Chile. Morrissey llamó a no comprar su dvd “Morrissey live at the Hollywood Bowl”, porque de las ventas de ese dvd, a Morrissey le llegaría lo equivalente a cero. O con los BRMC, cuyo tema “Berlin” fue utilizado en la última película de Miley Cirus, y quienes se declararon “fans de Miley” (declararon que felices licenciarían gratuitamente el álbum completo, a cambio de la oportunidad de conocerla y agradecerle por su labor, luego añadirían:  "no estamos diciéndole a nadie que banee la película o algo así, estoy seguro de que verla será castigo suficiente").

Finalmente, dejo instalada la pregunta. ¿Quién erosiona más gravemente los derechos de autor? ¿El cabro chico que baja un disco de su grupo favorito para escucharlo en su MP3 rumbo al colegio o la poderosa empresa que “explota” (o mutila) una canción para un comercial, y así aumentar sus utilidades?