The idiot statement

Planteamientos prácticos para la pregunta más difícil.

A lo largo de la historia de la humanidad el hombre ha tratado de dar respuesta a las interrogantes más complejas, así nace toda la mitología que buscaba dar una cierta explicación a los fenómenos que rodeaban nuestro entorno. En la “Summa Teológica” Santo Tomás de Aquino indagaba sobre la figura de Dios, trataba de darnos respuestas sobre su existencia, Stephen Hawkins nos dio respuestas sobre el universo, y Don Craff nos trataba de dar una respuesta frente a la interrogante de por qué las drogas eran malas.

Creo que cuando Heidegger se preguntaba “¿qué es la nada?” en su “Qué es la metafísica”, lo hizo tratando de evadir la pregunta más letal de todas, y es la que pretendo darla a conocer a usted. Quizás a esta altura sería bueno, que se incorporé adecuadamente y ponga atención a un tema realmente importante, deje de charlar con sus amigos por MSN, detenga las descargas, tírese ese peito que estaba preso en su fuero interno, porque lo siguiente lo dejará patidifuso. La infame pregunta radiactiva a la que muchos hombres nos hemos vistos expuestos es la siguiente:

“¿Estoy gorda?”

Sí, es desagradable, imposible de contestar adecuadamente, suele sonar como el chirrido estridente de la uñas largas por la pizarra. He tratado de buscar la palabra precisa, la sonrisa perfecta (ustedes saben el tema). Por eso en un fuerzo mancomunado se ha elaborado una serie de respuestas eficaces ante tan malsana interrogante:

1.- Pura franqueza: Sí mi amor, estás gorda, fácilmente unos 5 a 6 kilos de más.

2.- Temible franqueza: Sí mi amor, quizás algunos kilitos, probablemente…

3.- Aduladora franqueza: Sí mi amor, pero a mí me gustas así

4.- Respuesta astronómica: No mi amor, el mundo se está achicando.

5.- Respuesta abogado: Depende de lo que quiera decir con gorda.

6.- Evasiva suprema: ¡Ta feo el dia! ¿No tiene frío mi amor?

7.- Evasiva ambientalista: Que terrible esto del calentamiento global ¿no?

8.- Evasiva poeta maldito: Descuida mi amor, es en esos contornos imperfectos donde estalla mi lascivia incandescente.

9.- Respuesta Botero: Sí mi amor, y eres mi fuente de inspiración.

10.- Respuesta bipolar: No, sí, no sé.

11.- Respuesta del joven adulto con complejo de niño: ¿Qué diría Optimus Primus en mi caso?

12.- Respuesta pícara o a lo Daniel Vilches: Estás como quieres (agréguesele el tono pillín o en su mente agregaría: igual te daría).

13.- Respuesta de la mejor amiga: No, para nada, estás re flaca galla.

14.- Mentira dulce: No mi amor, debe ser la ropa que se achicó y engaña la vista.

15.- Mentira médica: No mi amor, pero creo que esos pancitos tenían más carbohidratos que los demás, debió haber sido algo de ese pan.

16.-Mentira política: No mi amor, pero la culpa es del gobierno.

17.- Mentira caníbal: No mi amor, para nada, estás perfecta, estás para comerte.

18.-Mentira rápida: No.