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martes, junio 28, 2011

Lugar común

dulce

“Vuelves a mi
porque el asesino
siempre vuelve
al lugar del crimen”.

 

(Oscar Hahn).

miércoles, diciembre 01, 2010

Máscara.

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Persona’  quiere decir máscara, y cada uno tiene muchas. ¿Hay realmente una verdadera que pueda expresar la compleja, ambigua y contradictoria condición humana?

Me acuerdo de algo que había dicho Bruno: siempre es terrible vera un hombre que se absoluta y seguramente solo, pues hay en él algo trágico, quizás hasta de sagrado, y a la vez de horrendo y vergonzoso. Siempre, decía Bruno, llevamos una máscara, que nunca es la misma sino que cambia para cada uno de los lugares que tenemos asignados en la vida: la del profesor, la del amante, la del intelectual, la del héroe, la del hermano cariñoso. Pero ¿qué máscara nos ponemos o qué máscara nos queda cuando estamos en soledad, cuando creemos que nadie, nadie nos observa, nos controla, nos escucha, nos exige, nos suplica, nos intima, nos ataca? Acaso el carácter sagrado de ese instante se deba a que el hombre está entonces frente a la Divinidad, o por lo menos ante su propia e implacable conciencia”.

Ernesto Sabato, “La Resistencia”.

Lo único que sé es que bajo mi máscara hay varias cicatrices.

viernes, diciembre 19, 2008


Del desamor como motor de inspiración I: La Literatura.

“¿Será que lo que hace la felicidad del hombre, al mismo tiempo es la fuente de su desgracia?”

Werther, de J.W. Goethe


Sí, duele cuando te hacen mierda el corazón, y la herida aún está abierta. El quiebre de una relación siempre es un trago amargo, un final aciago al que nadie quiere llegar. Lo que fue, se lo comerá el polvo y el tiempo. Es hora de realizar el ritual, cavar en la lóbrega superficie, agarrar la cajita con los recuerdos que te acechan como fantasmas en las noches, y depositarlos ahí, para luego echar tierra encima, y olvidar, olvidar, olvidar.
Así ustedes, mis queridos sindicalistas furiosos, podrán apreciar que misteriosamente ha desaparecido un link de mi lista. Olvidar.
Pero nunca hablo de mí, y esta no será la excepción. La procesión irá por dentro y la pena me la tragaré (¿o no?)

El dolor inflingido al corazón producto de un tortuoso amor, es una fuente de creatividad infinita.

En la literatura hay varias obras que tocan el tema, pero la idea es sondear más a fondo, y analizar si el autor de la obra ha sido impulsado por ese horrible sentimiento de abandono y rechazo para escribir la obra.

Como se darán cuenta, últimamente he estado leyendo Werther de Goethe. Es una hermosa historia que trata sobre el tema. Pero para entenderlo, es necesario saber un poco sobre la vida de Goethe. De profesión abogado, a los 24 años conoció a Carlota Buff, enamorándose perdidamente de ella. Lamentablemente ella estaba comprometida con un sujeto (del cual Goethe luego se hace amigo). La desgraciada situación hace que Goethe se vaya de la ciudad, y piense en el suicidio. En ese mismo momento le llegan noticias, de que un amigo diplomático, se había suicidado por un amor imposible hacia una mujer casada. Estos fatídicos hechos inspiran la pluma veleidosa de Goethe y escribe su famosa novela “Los Sufrimientos del joven Werther”. La trágica historia casi biográfica del mismo Werther, quien desfallece ante el amor esquivo de la joven Lotte. La novela alcanzó una popularidad exorbitante en Europa durante 1774, la juventud de la época se identifica de tal modo con Werther que imita tanto su lenguaje, su indumentaria, sus actitudes e incluso algunos terminaron volándose los sesos como el mismísimo Werther.

Otro ejemplo clásico se da con Dante Alighieri. El genio creador de esa sublime obra “La Divina Comedia”, tenía un gran amor: Beatriz Portinari. Desafortunadamente ese amor tuvo caminos separados, pues Beatriz se casó con otra persona, así también Dante. Sin embargo, Dante siempre la consideró como el amor de su vida, y su musa. Fue tal su devoción por este amor no correspondido, que convierte a Beatriz en la guía al Cielo en su obra “La Divina Comedia”.

Así también hay miles de ejemplos: Hamlet que sufre por el amor de Ofelia, Romeo por Julieta, Don Quijote por su Dulcinea, Claude Frollo por Esmeralda en el Jorobado de “Notre Dame”, etc.…




jueves, septiembre 06, 2007









Me lo Nobel

Hace unos días mientras desayunaba, leía en el periódico (LND) sobre el premio Nobel de literatura y en ese sentido hacía un interesante análisis, que procederé a compartir con ustedes.


Para los que no saben, La Academia Sueca se fundó en 1786 y está integrada por 18 miembros vitalicios. El nombre del ganador se da a conocer un jueves de octubre de cada año.

La idea del Nobel debe ser la de destacar a un literato por su imponderable creación literaria en orden a que sus escritos sean leídos y reconocidos igualmente en unos 80 años más, supongo. Así, “Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez seguirá constituyendo una pieza inestimable de la literatura mundial, cualquiera sea la época en que viviésemos, es un clásico. Pero ¿quién recordará al Nobel polaco Henryk Sienkiewicz? O a la novelista italiana Grazia Deledda, a quien se lo dieron por “sus escritos con profundidad y simpatía”. O al novelista danés Johannes V. Jensen, Premio Nobel en 1944, a quien se le otorgó por “la rara fortaleza y fertilidad de su imaginación poética”. La lista con tipos que ni sus madres los conocen, sigue: Sillanpaä, Eucken, Björnson, Von Heidenstam, Heyse, Pontoppidan, José Echegaray, Peral Back, Spitteler.
El último latinoamericano en obtener el premio fue el mexicano Octavio Paz en 1990.

¿Los eternos candidatos latinos? Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Ernesto Cardenal, Gonzalo Rojas y Nicanor Parra, entre muchos otros. Especial mención merece este último. Nosotros tenemos 2 ilustres premios, la queridísima Gabriela Mistral en 1945 y Pablo Neruda en 1971, pero falta un último poeta para cerrar la tríada. Nicanor Parra sería una gran elección.

La primera vez que fue postulado fue en 1970 por los alumnos de la Universidad de Columbia, EE.UU. Luego en 1994, lo haría la Universidad de Concepción junto a 17 universidades norteamericanas. En 1995, serían 360 profesores de Literatura de diversas universidades de EE.UU. los que lo vuelven a solicitarlo para el Nobel en el Instituto Cervantes de Nueva York. En 1997 es presentado nuevamente por la Universidad de Concepción, además del notable respaldo de 300 figuras mundiales entre ellos Ignacio Valente y Mario Benedetti. En el 2006, fue postulado por la U. de Chile y la Diego Portales. Ahora, las declaraciones que se ha mandado Parra son sin duda geniales, algunos ejemplos:

“Voy a aceptar el Nobel a condición de que no me lo den nunca más”.

“Al paso que vamos me lo darán por razones humanitarias”.

“El premio Nobel está barato, pero no regalado”.

“Es más fácil ganarse el Kino que el Nobel”.

Son muchos los grandes escritores que nunca ganaron el Nobel. Proust, Tolstói, Brecht, Chéjov, Kafka, Conrad, Joyce, Cortázar, Borges, Vallejos, Dostoiveski y un largísimo listado de las mejores plumas del siglo XIX y XX.

Para cerrar, me quedo con las palabras del destacado crítico literario Camilo Marks: “El valor del Nobel es sumamente relativo, pues lo decide una academia por completo cerril, de un país provinciano, donde se habla un idioma que sólo conocen ocho millones de personas y lo han obtenido escritores que no son conocidos ni en su casa a la hora del desayuno”.