CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

miércoles, julio 13, 2011

La Mala Educación (O del por qué no adhiero al actual movimiento estudiantil).

Fuck_you_by_Vladm Hoy es posible apreciar con aparente normalidad movilizaciones de estudiantes recorriendo las calles, manifestando un derecho legitimo, clamando por mejoras en la educación. Es una escena casi romántica, nostálgica, ver a los jóvenes luchar por ideales (una bofetada en el rostro para esos viejos repugnantes que dicen: “los jóvenes no están ni ahí”). No importa que esos ideales no sean muy claros (“¿besatón por la educación?” “¿thriller por la educación?”). No importa el adoctrinamiento de las masas, quebesaton se dirigen como ovejas según los clamores de lideres políticos del momento. Lo que importa es protestar por lo que se considera injusto. Sin embargo -según creo- la forma más efectiva de reclamar no es saliendo a las calles en hordas furiosas, sino  la llamada “no-acción”, planteada por el mismísimo Tao Te King (el problema es que la juventud no lee).  Poniendo esa doctrina en práctica, yo me pregunto ¿cuántos de esos estudiantes que hoy reclaman por la educación están dispuestos a no asistir a su ceremonia de graduación o cuántos estarían dispuestos a no rendir un examen final? ¿existiría una cohesión si toda una facultad decide no rendir los exámenes finales? Me gustaría ver el compromiso por la educación ahí, porque claro, las objeciones serían: “no, no se puede, ¿cómo se te ocurre que voy a faltar a mi graduación si es un momento único en la vida?”. Entonces, resulta curioso: se quejan por la educación, pero siguen en ella, es como quejarse porque la sopa está mala, pero me la sigo comiendo. El gran drama es que el rebaño está perdido. Los líderes pastores políticos, los dirigen y estas ovejas se pierden en las luces. Cómo sería el absurdo que, según me contaba un amigo, en las inmediaciones de la Universidad de v-for-vendetta Valparaíso, habían grafitis con la “V” de Vendetta exigiendo “educación superior pública gratuita YA”, cuando al contrario, cualquiera que haya visto la película o leído el comic, se dará cuenta que “V” –de inspirada ideología anarquista- estaría en el bando contrario, no quería nada del Estado, quería destruirlo, no obtener beneficios económicos del Estado.

El actual movimiento estudiantil.

DSC_2320

¿Por qué diablos no adhiero al actual movimiento estudiantil? Porque creo que no busca cambiar sustancialmente la educación, sino maquillar a un sistema anciano para que luzca joven. Y bien sabemos, que con el tiempo ese maquillaje se corre, revelando así, el verdadero rostro curtido y cicatrizado de un sistema miope y desgraciado.

“Educación” viene del latín “educere”, que significa sacar de adentro, extraer. Educir, por consiguiente, se traduce en “arrancar algo hacia afuera”, como quien educe el corcho de una botella de vino. La pregunta obvia sería ¿cumple hoy la educación ese fin? Y la respuesta es categórica “NO”. Muy por el contrario, la “educación” hoy no extrae nada propio de los estudiantes (salvo dinero quizás), sino que los adiestra, así como se adiestra un perrito, por medio del castigo y la reiteración.  Hoy, prevalece la memorización y el miedo. Estamos presos en un sistema educacional burócrata, que en lugar de ayudar a un joven a conocerse, tiende a conformarlo con el rebaño.

¿El actual movimiento educacional ataca eso? ¿Busca rescatar desde las telarañas del olvido el atávico  concepto de educación sq-scary-mask-kids-wall como “sacar lo mejor de cada uno”, o más bien sigue sin alterar la actual idea de educación como “adiestramiento-memorización”? Al parecer, el movimiento educacional actual ni siquiera  osa mover un pelo de la noción que hoy en día se tiene sobre la educación. Más aún, la pretendida reforma estudiantil, no busca mejorar la calidad de la educación.

En primer lugar, el movimiento parte diferenciando entre universidades públicas y privadas. Hoy en día, si distinguimos en base a aranceles, la diferenciación entre unas y otras es extremadamente tenue o nula. Así, por ejemplo, el arancel anual de la carrera de derecho en la  Universidad de Chile, es de $3.215.000. Mientras que la misma carrera, en la Universidad Adolfo Ibáñez, sede Viña del Mar,  es de $150 UF, que acorde a la variación de la UF, debiese bordear los $ 3.225.000 aprox.  Quizás será la tradición histórica de cada una el factor que las distingue. Así y todo, para no confundir a nadie, en este artículo seguiremos diferenciando una de otra.

Luego, se advierte en las demandas estudiantiles cierta animosidad contra las universidades privadas en general (ignorando el hecho que actualmente un gran porcentaje de la población estudia en universidades privadas). En consecuencia, el movimiento estudiantil comete un grave error porque arroja en el mismo saco, a todas las universidades privadas, sin distinción alguna, cuando resulta evidente que no todas las privadas son iguales, así como no todas las públicas son iguales. Existen algunas privadas que persiguen lucro y otras que reinvierten la totalidad sus excedentes en mejorar su calidad. Hay universidades estatales que –gratuitas o no- seguirán siendo de inferior calidad y universidades estatales que tienen probada excelencia.

Las demandas.

tumblr_lnug5sJC6E1qfnac5o1_1280

Por un tema de tiempo y espacio, sólo me centraré en las demandas principales: prohibición al lucro y educación superior pública gratuita.

Lucro.  ¿Es malo el lucro necesariamente? Existe un obsceno  lucro en la salud, que condena a una salud pública paupérrima expresada en una atención de mala calidad, congestión hospitalaria, listas de atención de meses (o años), y en ocasiones, pacientes que mueren esperando un alivio que nunca llegará. Ese lucro existe y es quizás tan o más perjudicial que en la educación. Peor aún, existe lucro en la educación primaria y secundaria, cuyo  lucro es tan o más grave que la educación superior. Por lo mismo, ¿por qué sería  malo el lucro en la educación superior? Es malo en la medida que el lucro afecte la calidad de la educación impartida. Ahora, el gran problema es que esas universidades privadas con fines de lucro, que contrataran docentes de baja o mediana calidad e invierten menos en infraestructura (pues  funcionan bajo la lógica empresarial: aumentar las utilidades, disminuir los costos) son las que acaparan a una inmensa mayoría de chilenos de clase media, que tuvieron una enseñanza primaria y secundaria mediocre.  ¿Hay que por ello “exterminar” las universidades privadas con fines de lucro? De ser afirmativa la respuesta, ¿qué sucederá con aquellos estudiantes que no les alcanza el puntaje de la PSU para entrar a una universidad estatal? Por otro lado ¿tienen estas instituciones lucrativas la culpa de la pésima educación que se imparte en el país? La respuesta es categórica: NO.  Que pululen monopoly este tipo de universidades es porque, en primer lugar,  no existe una fiscalización adecuada, y en segundo lugar, que los alumnos saquen bajos puntajes de ingreso, se debe a que la educación hogareña, primaria y secundaria que recibieron fue mala, ese segundo aspecto ¿forma parte del petitorio estudiantil 2011? No, ellos sólo se enfocan en la condenable palabra “lucro”. Una buena solución es la planteada por Carlos Peña, tratar de forma distinta las universidades (que las que tengan fines de lucro estén sujetas a un estricto control, más riguroso -quizás- que al que están sometidas la sociedades anónimas abiertas), pero no a los alumnos que eligen libremente las universidades a las que asistir (carece de toda justificación, reza el artículo de Peña, tratar distinto a un estudiante según cuál sea la institución que escoja, no habría razón de negarle subsidio a un estudiante que libremente –quizás por razones de fe- decide asistir a una universidad privada confesional).

Educación superior gratuita. Sobre este punto quiero dejar claro que si yo estuviese estudiando en una universidad pública y alguien me dice: “Oye, existe la remota posibilidad de que no tengas que pagar un peso por la Universidad”, sería el primer individuo en la calle protestando por la educación pública. Créanme. Sería el primero con indumentaria campal y una pancarta enorme que diga “Educación Pública Gratuita”. Pero, dado que lo que nos convoca hoy es el tema de mejorar la educación, veamos si la gratuidad mejora en algo la educación.tumblr_lns5ychHEK1qgh37bo1_500 Al respecto, creo que no existe ninguna relación de causalidad directa entre “gratuidad y calidad”, al contrario, una no supone la otra.  Cuando hablamos de educación pública gratuita, decimos que los mismos alumnos que antes entraban a estudiar a una universidad pública, ahora no deben pagar arancel alguno, pero eso en manera alguna influye en: calidad de la educación otorgada (a los profesores se les seguirá pagando, la infraestructura del aula seguirá sin mayores modificaciones, no se generarán nuevos espacios de investigación, etc.) Supone, desde luego, un alivio para las familias que tienen un hijo en la educación pública superior, pero NO mejor la calidad de la educación, eso es clarísimo. No existe ninguna relación proporcional entre educación gratuita y calidad de educación. Se plantea, por parte de los estudiantes, que antiguamente la educación era gratuita y habían menos excedentes del cobre que los que hay ahora. Pero obvian un punto básico, la población ha aumentado casi el doble. Mientras en 1960-1970, la población nacional era de unas 8 millones de personas aproximadamente, hoy la población es de unos 15 millones o más.  Luego, resulta de lógica elemental que, a medida que aumenta la población aumentan las necesidades.  Por consiguiente, habiendo gran cantidad de necesidades en un país  (que abarcan desde las legitimas demandas del pescador que no tiene cómo enviar a sus hijos al colegio, o de aquellas poblaciones cartel-marcha-chicorurales que tienen pésimo acceso a servicios básicos, o de marginados sociales que ni siquiera aparecen en estadísticas)  tenga que dársele absoluta prioridad a la educación superior pública, cuando además gran parte de la población ni siquiera tiene acceso a una educación primaria y secundaria de calidad (muchos abandonan el colegio ya sea por las drogas o porque tienen que trabajar), me parece una ceguera impresentable. El pretender que las cosas “sean como antes”, es desconocer los cambios socioeconómicos que la sociedad experimenta. Por otro lado, la educación superior gratuita genera otra inequidad horrenda.  Por una consideración de justicia, si se aprueba una iniciativa que estime que la educación superior pública debiese ser gratuita, tendría que condonarse todas las deudas pendientes de profesionales que hoy deban tener unos 40 años y todos los que estén en el intermedio. Adicionalmente, tendría que restituirse el dinero de los que egresaron y ya pagaron todas sus deudas. De esa forma, todos recibirían un trato igualitario, de otro modo no se justificaría que algunos tengan que cargar sobre si una deuda que a otros se les condona o “perdona” porque …reclamaron (?).  Creo que si bien actualmente acceder a la educación superior es una carga económica grande, optar por una educación superior gratuita no mejora la educación, sí alivia el bolsillo de algunos. En tal sentido, una medida más adecuada sería examinar las exorbitantes tasas de interés y una reestructuración del sistema de créditos actuales.

Hay otras medidas mejor orientadas, como por ejemplo, la reforma  a la PSU como mecanismo de acceso a la educaciónpsu01 superior, o mejoras en el acceso a la educación superior por parte de personas que tienen discapacidad. Esas son medidas inclusivas y que tienden a mejorar la calidad de la educación superior. Pero luego, insiste en medidas mal enfocadas: TNE gratuita todo el año (no tiene relación directa con calidad de la educación), o el fondo con presupuesto anual para la “ampliación planificada, masiva y progresiva del acceso a la educación superior pública, en función de las disciplinas con mayor necesidad social” (¿Quién define eso? ¿Quién define las disciplinas con mayor necesidad social?  ¿Un comité central del partido?).

El verdadero cambio en la educación.

Cómo es dable apreciar, gran parte de las medidas no apuntan a mejorar la educación. No hay una reforma de fondo, estructural, que ataque la verdadera flaqueza de la educación actual, una reforma que apunte al corazón de este enfermo terminal: al sistema de educación preescolar y básica, que es, donde se generan las grandes diferencias y donde existe una discriminación brutal. A la universidad llegan ya filtrados: el que no pudo pagar una buena educación primaria y secundaria (no hablemos de educación preescolar, porque muchas veces resulta ricos_pobres una quimera) difícilmente podrá acceder a una buena universidad. Por otro lado, el que pudo costear una buena educación preescolar, primaria y secundaria, tiene holgadas posibilidades de acceder a una buena universidad, tener buenos contactos y posteriormente, empleos bien remunerados. Esa es la inequidad que debe atacar una verdadera reforma en la educación. En la actualidad, en Chile no se puede elegir libremente el establecimiento educacional que se encargue de la instrucción de un niño, sino que es el establecimiento educacional quien discrimina – en razón de consideraciones monetarias- quién se educa o no bajo su techo. La educación pública, como diría Atria, pasa a ocupar un rol residual, concentrando a todo aquel que no puede satisfacer las condiciones de ingreso de los establecimientos de la educación privada, es decir, concentrando a la gente pobre, los marginados. De esa forma, los “ricos” estudian y conviven con otros “ricos”, y los “pobres” con los “pobres”, situación indignante durante pleno siglo XXI en un país que se precia de ser “democrático” y “miembro del OCDE”. Esta situación de suyo vejatoria, pasa inadvertida para el así llamado “movimiento estudiantil”.

Pero eso no es todo, quizás un cambio radical y estructural debiese posarse en la mera noción de escuela.  Los organismos evolucionan. La evolución no se detuvo cuando los primeros homínidos llegaron al Homo Sapiens Sapiens, sino que continúa explosm-evolution-t-shirt constantemente y se prolonga hasta el día de hoy. Pero no sólo el ser humano evoluciona, sino que evolucionan con él, las instituciones que ha creado. El problema es que las instituciones actuales no han evolucionado ¿podemos vivir en ese estado de regresión? No. Es por ello, que las instituciones hoy carecen de legitimidad y valor. La escuela es un buen reflejo de una institución anacrónica. La escuela  y el sistema educacional, tal como la conocemos, fue concebido – según nos cuenta Ken Robinson-  por la cultura intelectual de la Ilustración y en las circunstancias económicas de la Revolución Industrial.  De acuerdo a la noción que imperaba en la Ilustración, la verdadera  inteligencia consiste en nuestra capacidad de razonamiento deductivo y conocimiento de los clásicos (así, no tendría cabida en el clásico sistema personas como Kafka, Dalí, Duchamp y un larguísimo etcétera). Es decir, se educa el cerebro y nuestros cuerpos son meros vehículos de nuestros cerebros. Bajo ese prisma un escultor, un pianista o un bailarín, serían expulsados pues no se adaptan a esa vieja mecánica, que asocia inteligencia con cerebro, pero no con otrasAnother brick destrezas. Esa visión ha condenado a muchas personas que, por no tener estudios, creen que no son inteligentes.  De forma que, como sociedad hemos avanzado en materia tecnológica y en otros ámbitos, pero seguimos teniendo un modelo educativo arcaico. Pero eso no es todo, es un sistema moldeado por la óptica económica de la Revolución Industrial, y si uno observa, las escuelas se parecen a las industrias (o a las cárceles, como diría Foucault): toques de timbre, instalaciones separadas, materia separada especializada, todavía educamos a los niños en grupos, los ingresamos al sistema por grupos de edad (como – parafraseando a Robinson- si lo importante fuera la fecha de fabricación). El gran drama al respecto es que estamos educando a niños para que vivan un futuro que no conocemos (en materia económica es imposible prever la situación dentro de 2 semanas, y en materia tecnológica, en menos de 2 años, las cosas cambian radicalmente), y los educamos con un modelo completamente obsoleto, que genera individuos insatisfechos, frustrados y adoctrinados. En el fondo, educamos para el futuro con modelos del pasado. Ese nefasto sistema educacional aún impera en gran parte del mundo, y ciertamente ha sido el estandarte del orgulloso sistema educacional chileno…por varias décadas.

Una auténtica reforma educacional responsable debe abarcar todos los ámbitos y enfocarse en la educación preescolar y básica, que es él semillero de la discriminación socioeconómica. Las actuales pretensiones estudiantiles hacen caso omiso de ello, se quedan en premisas programáticas que obedecen a intereses políticos, pero nada que altere la verdadera “calidad de la educación”. “La gente ha despertado”, dicen algunos, creo que las ovejas despertaron pero  para seguir a otro pastor, digo yo.

Pd.- Si después de toda este artículo, deseas ver algo que condensa todo mi pensamiento respecto a la educación en general, presiona play en el video.

0 sindicalistas furiosos: