The idiot statement

Yo tampoco apagué las luces para la “Hora Planeta”

El pasado sábado la Worl Wildlife Found organizó una campaña que consistía en que el mayor número de personas a nivel mundial apagaran las luces y artefactos domésticos durante una hora. No lo hice, y no me arrepiento. Ojo que en temas de ecología me apunto primero, pero expondré a ustedes mis queridos sindicalistas furiosos, el por qué no apagué ni un puto artefacto.

1.- Porque en Chile el consumo residencial de electricidad con una industria pequeña como la nuestra es inferior al 20%, el resto es utilizado por las industrias de nuestro país. Y veo bastante utópico que las grandes industrias de nuestro país hayan “tomado conciencia” del ingenuo llamado ecológico, porque en parar la producción por una hora, y dejar de percibir plata por aquel llamado de la naturaleza, la balanza creo que se inclinaría para un lado ¿no creen?

2.- Porque por muy cool que sea adherirme a un grupo en Facebook diciendo “Que me adhiero a la Hora Planeta” y crean que “por haber apagado sus artefactos por una hora, soy ecológico” con una sola hora que apague mis artefactos, no voy a impedir el calentamiento global, si todo el año mantengo mis artefactos prendidos, las luces prendidas, ocupo la ducha por un largo período de tiempo y dejo mis papeles tirados en cualquier lugar menos la basura.

3.- Porque coincidimos plenamente con el profesor Bjorn Lomborg en que estos son esfuerzos simbólicos, pues en el supuesto que 1.000 millones de personas apagaran las luces, toda la operación supondría en su conjunto el equivalente a la suspensión de las emisiones de gases de efecto invernadero de China durante sólo seis segundos.

4.- Porque la campaña es aparentemente sencilla, solo apagar tus artefactos durante una hora. Pero no te pide que lo hagas durante todo el año (como señalé en el punto 2), y porque no te pide que prescindas de tu calefacción, de aire acondicionado, de la televisión, de Internet o comida caliente. Créeme sindicalista furioso, cuando te digo que cuando llegas a tu casa, prendes el computador y mientras se calientas la comida en el microonda, para comerla mientras ves televisión, estás contribuyendo mucho más al recalentamiento global, que apagando tus artefactos por una hora.

5.- Porque implica una perversión. Si estamos sin luz, no vemos nada ¿cierto? Cierto. Por ende, usamos velas ¿cierto? Cierto. Pese a que creamos que las velas son más naturales, las velas – como apunta Lomborg- son casi cien veces menos eficaces que las tradicionales ampolletas incandescentes y más de 300 veces menos eficaces que las luces fluorescentes. Si se enciende una vela por cada bombilla que se apague, el que lo haga no estará reduciendo las emisiones de CO2 en absoluto e incluso, si enciende dos velas, emitirá aún más CO2. Por si fuera poco, las velas contribuyen a la contaminación del aire en recintos cerrados entre 10 y 100 veces más que el nivel de contaminación producido por todos los coches, la industria y la producción de electricidad. Al final, un video con el señor Piñera, fomentando la Hora Planeta – y de paso contaminando- con un fósforo.

6.- Porque más que soluciones parche como esta, se requiere de una conciencia cívica para que todas las personas aprovechen los recursos sin dañar el medioambiente, además que se destine parte importante de los ingresos fiscales a la investigación de nuevas formas de energía que signifiquen menos daño al planeta, y que definitivamente se graven con impuestos a las empresas que emiten determinada cantidad de dióxido de carbono.

7.- Porque nadie me dice que debo o no hacer. He dicho, miércale.