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domingo, julio 25, 2010

La culpa es de….1

Quizás suene cliché, pero en ocasiones las palabras de otrosn503773524_980893_7338a describen mejor los sentimientos de uno. Ya he recurrido y abusado  de Benedetti. Pero ¡que forma de decantar lo que sentimos! No es que yo no pueda expresarme, de hecho lo hice en otro blog, exornado con bellas palabras. Pero hoy –así como otras veces- acudo a Benedetti. Es así como me siento hoy:

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto,
ah, pero mi tristeza sólo tuvo un sentido,

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron.

Hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo,
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad,
pero vos encontraste la manera,
una manera tierna
y a la vez implacable,
de desahuciar mi amor.

Con un sólo pronóstico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible,
lo envolviste en nostalgias,
lo cargaste por cuadras y cuadras,
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera,

ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte que no es mucha.

Creo que tenés razón,
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo.

Hace mucho, muchísimo,
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno.

Ahora estoy solo,
francamente solo,
siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado.

Antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno,
con los ojos bien secos
por si acaso,
miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

 

Pd.- Gracias Caro, por los poemas. Buenísimos. ;)

5 sindicalistas furiosos:

Victoria López dijo...

maravilloso

Pepe Grillo dijo...

=)

Nais Nostreet dijo...

Parece que andamos en las mismas.

εїз dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
εїз dijo...

Es para mi una cosa exquisita el sentirse vivo por dolores de desamor. Ese miserable ser que hoy se lamenta todo y nada, algún día fue feliz en las mismas manos que hoy lo hicieron llorar y algún día volverá a sentirse feliz en otras nuevas manos creyendo que esta vez es aún más feliz que antes... sintiéndose una persona puramente buena al sentirse amado.