The idiot statement

MICHAEL JACKSON (1958-2009)

Supermacanudo se suma a la debacle mediática que ha causado la muerte del así llamado "Rey del Pop": Michael Jackson (MJ). Escribo no como fan (nunca la fui), sino como testigo de su música y de sus excentricidades.

Creo que mi primer impacto con MJ provino en mi más tierna niñez, cuando mis viejos sintonizaban en Canal 13 el taquillero programa “Más Música”, conducido por la entonces exquisita (¿?) Andrea Tessa. Ese espacio pre MTV fue mi primer contacto con la música, mi primera interacción con acordes y sonidos. Fue en ese programa que vi parte de la película “Moonwalker” de MJ, particularmente el tema “Smooth Criminal”. Y bueno, aluciné como hippie caleidoscópico en estado lisérgico luego de toparse con el espíritu de Jimmie Hendrix en el Valle de la Luna. Toqué las estrellas, y añore unos mocasines de charol, calcetines blancos y pantalones cortos. Los sonidos de "Beat it", "Bad", "Billie Jean", "Smooth Criminal", entre otras, eran el soundtrack inmutable y entrañable de los viajes familiares de infancia a Antofagasta, en auto (los casset aún están en mi casa, todos originales, como una suerte de tesorito). La imagen de MJ y sus bailarines inclinándose en un ángulo casi de 45º con el suelo (el movimiento antigravedad), constituía para mi, parte del imaginario de pendejo loco que me caracterizó (que me llevó a querer tener yeso en el brazo, de manera infructuosa eso sí). De ahí, me compraron varias huevadas de este ídolo de niñez, llegué a tener un disco doble de MJ. Pero después crecí (al parecer MJ no), y claro mis gustos también variaron. Por ende, para mi el recuerdo de MJ es un recuerdo de infancia. Es como si me mataran a Epidemia o el Panda de Cachureos, Guru Guru, a Papa Pitufo, a Splinter de las Tortugas Ninjas o algún otro personaje famoso. No por nada cuando murió, mi vieja me llamó y me dijo: "Hijo, me dio lata que se haya muerto, ¿te acordai como bailabai como Michael Jackson cuando chico? Aún me acuerdo de las canciones".

Desde luego que como artista el tipo realmente fue un ícono. Su talento fue innegable. Creo que hablar de su trayectoria está demás, después de todo, los medios se han encargado de relatar todos los logros profesionales de un tipo que fue pionero en la forma de concebir la música (no por nada en un mismo tema tuvo a Steve Lukather de TOTO y a Eddie Van Halen). Fue quien primero realizó videoclips de factura cinematográfica (Thriller), convocó multitudes exorbitantes con una habilidad mesiánica nunca antes vista (es cosa de recordar como partía el mar de fans que devotamente lo seguían, con su sola presencia), etc. Creo que gran parte de la gente de mi generación, y quizás mayores (o incluso menores) alguna vez intentaron hacer el clásico moonwalk o bailaron al ritmo de sus canciones. Por consiguiente, su calidad artística es indiscutible, sentó un precedente en el mundo del pop. Sin ir más lejos, MJ logró derribar las barreras de la religión y el lenguaje, siendo un ídolo a nivel mundial y eso, pocos músicos lo logran. Si tú haces el moonwalk acá en Chile, tendrá la misma connotación que si lo realizas en Camerún, Afganistán, o Nepal, y eso es un gran mérito.

Lamentablemente, tiene un lado indisoluble, porque detrás de cada artista hay una persona (o suponemos quizás un extraterrestre), y esa persona (o extraterrestre) es el que genera el cisma entre el mundo de los creyentes y no creyentes de MJ. Yo me declaro, en ese sentido, agnóstico. Es decir, no cuento con el don de la fe que tienen los creyentes, si bien cuando chico creí en la magia que significaba MJ. Porque lo reconozco como artista, pero no comparto sus excentricidades. ¿Qué le pasó a ese jovencito negro talentoso que terminó como el personaje cadavérico de Cuentos de la Cripta? Como acontecimiento fenoménico Jackson fue un mutante divino y solitario, una criatura bastarda de dios, un Frankenstein con complejo de Peter Pan.

Nace en el seno de un hogar represor, rodeado de hermanos compelidos por la horrorosa figura paternal para generar dinero rápido. A fuerza de golpe se forja el genio de MJ. Según Baudrillard, “es un niño prótesis, es un embrión de todas las formas soñadas de mutación que nos liberaran de la raza y del sexo”. Porque MJ fue un andrógeno barroco caricaturesco sin identidad. La buscó sin sentido, siendo blanco, transformándose en muñequito, teniendo por compañero a un mono (Bubbles), etc. Quizás su transformación a blanco yace en aquello que buscó despojarse; de un pasado oscuro, de un padre golpeador, que le privó de infancia y que lo transformó en una máquina de hacer plata, es decir, eliminar aquel vínculo que lo unía a ese cruel recuerdo: ser negro. Pero ni toda la plata que tuvo alguna vez, podría devolverle el tesoro más valioso que perdió: su infancia. Ese deseo congénito de querer vivir una etapa desconocida lo llevó a desear -infructuosamente- seguir siendo niño. Entonces, si adoptamos como premisa que MJ realmente era un niño en cuerpo de hombre, un sujeto que disociaba brutalmente realidad y fantasía, y a ello le agregamos un niño con plata ¿qué tenemos? Un viejo que se construye su propio Disney, que se viste como soldadito, que hace travesuras como niño, que anda para todos lados con su mono, etc. Por ende, con un historial clínico llamativo como aquel no resulta extraño que MJ fuera el personaje que fue. Sobre las imputaciones sobre pedofilia, no pretendo justificarlas (porque tampoco sé la veracidad de las mismas), tiendo a dimensionar al sujeto como artista por sobre cualquier depravación que como ser humano pueda tener. Por lo mismo, no tengo autoridad moral para linchar en el patíbulo a alguien, en otras palabras, yo no soy quién para juzgar la actuación de otros si no comprendo los antecedentes de hecho que justifican ese actuar. Cohen, connotado sicoanalista señala que Jackson no responde a la condición de los pedófilos que últimamente hemos visto por la televisión, cuestiona incluso que el músico sea capaz de concretar una relación de ese tipo. El profesional explica, “los pedófilos que hemos conocido no tienen la conducta infantil de Michael, sino que son tipos perversos que manipulan, no tipos como niños. El padecimiento de Jackson es más primario”. Sin duda el veredicto final será dividido, yo tiendo a considerarlo como un ícono de la música que marcó un precedente imperecedero e histórico, porque su música no tiene límites de edades: desde feto a momia. A modo de dato freak: en “Men in Black 2” aparece como un alienígena que quiere ser un hombre de negro. Curioso sentido del humor ¿no?

Michael Jackson no está muerto, está cagao de la risa en una parrillada celestial con John Lennon, Bob Marley, Jimmie Hendrix y Elvis Presley.