The idiot statement

De los seudos suicidos rockstar chilensis.

Quería volver a la escritura y dejar de subir videos desmesuradamente. Luego enfrenté la clásica disyuntiva: subir mi opinión sobre el tema de Perú o hablar de los seudos suicidios rockstar chilensis. Entonces le puse wendy a la pluma (o teclado) y empecé a disparar a propósito de la hilarante portada de LUN.COM

Aparentemente los renacuajos faranduleros ávidos de pantalla recurren a toda warifaifa con tal de tener una portada o que algunos "serios" periodiotas hablen sobre ellos. Tal parece que estos receptáculos de excrescencias mentales no leyeron o no cacharon nada sobre Kurt Cobain, Ian Curtis, Jannis Joplin o nuestra queridísima Violeta Parra. Muertes de héroes y heroínas, gente que realmente hizo un aporte al mundo, poco sería del rock - y la cultura musical hoy en día- sin la influencia de estos grandes titanes de la música. Para que hablar de los escritores como el furioso toro salvaje de Pablo de Rokha, un complejo Giles Deleuze, un sicodélico Hunter S Thompson, un increíble Ernest Hemingway, un imaginativo Emilio Salgari o una sensasional Virgina Wolf. No, nada de esto leyeron.

Tampoco leyeron nada sobre formas efectivas de cometer suicidios. La intoxicación por pastillas debe ser una de las fórmulas menos utilizadas, es lenta, produce indigestión, y francamente la encuentro fome. No hay nada más interesante que un disparo, o algo más activo.

Pero no, nuestros seudos suicidios se hayan en una etapa vergonzosa. En primer lugar, porque nada aportaron, y en segundo lugar, porque no terminaron el trabajo, porque si realmente teni ganas de matarte; mátate po, yo no te lo impido. Tengo más aire libre y respiraré menos dióxido de carbono. Cabro e porquería. Además la pregunta clave ¿por qué no se mató? ¿en que falló? Son cuestiones que trataremos de resolver.

El primer cochambroso de nuestra lista es nuestro malquerido Edmundo Varas y su seudo suicidio poético. El pitufo parlanchín cuasi galán de porno Ewoks se metió unas pastillas, y en ese trance medio hueón de los drogadictos, decidió caer rendido ante los pies de la Virgen del Cerro San Cristobal. ¿Qué chucha?¿Jesucristo Rockstar? ¿Qué tiene que ver la virgen con la patética existencia de un ser tan huevón como Edmundo? Pero admitámoslo, francamente el joven de voz de delfin u orca sabe como armar un escenario trágico para su muerte. Es la imagen del hijo en los brazos de su madre, herido por los medios, por los flashes de las cámaras, por el cuchicheo incesante de los farandulines, por el amor esquivo de las pérfidas damas. Sí, hay que admitirlo tiene bastante poesía, en la cumbre de un cerro a los pies de la virgen, todo ideal para una muerte sublime, lamentamos eso sí, que la muerte no se haya producido. Quizás inferimos que se pegó el cacho de que nada importante había hecho en la vida, salvo salir en un reality shows seduciendo minas. Cero aporte cultural para el bicentenario. ¿Por qué no se mató? Porque tiene contrato con Canal 13 y según los preceptos católicos, si te suicidas vas al infierno. Y ahí no hay dating shows.

Nuestro segundo invitado es "Arenita". Famosa mini bataclana del programa juvenil Yingo (o Mekano con minas potenciadas y sin brasileños) que intentó suicidarse en el mismo lugar en que vivo: Valparaíso (bueno vivo en Viña, pero al límite con Valpo entonces es como vivir ahí po). Mira ni siquiera leí la noticia porque no pierdo tiempo en leerla, pero sí pierdo tiempo escribiendo sobre esta bazofia. Creo que se quería matar porque le dijeron gorda. Creo que si a una mujer le dicen gorda es peor que le digan "maraca" u otro suave apelativo. Pero ¿como para suicidarse? ¿si tiene trabajo, tiene pantalla, tiene "fans"? No será como mucho digo yo. Finalmente, nos asiste la misma pregunta que con Edmundo, ¿por qué no simplemente se mató? ¿en que falló? Si gusta puedo ir al Hospital y desconectarla. ¿Por qué fallo? Muerta ¿con quién poncear? No se practica mucho la necrofilia, pero dicha repugnante práctica tiene sus ventajas: no hay que llevarle flores, están incluidas. Por otro lado, intuimos que el excesivo fuego del infierno arruinaría su bronceado aceituno.

A lo que voy mis queridos sindicalistas furiosos es que estos personajes son francamente patéticos. Viven en un mundo tan sólido como las nubes, su contribución a la existencia humana es nula. No tiene una cuota de cerebro, ni ápice de entretención. Si creen que lo suyo es la diversión, ¿no hubiera sido más divertido que se hayan volado la cabeza de una? Están francamente mal encaminados. No tengo nada contra los suicidas, pero yo no me mataría ni aunque mi vida dependiera de ello, amo demasiado la vida, aunque a veces te patee en los testículos impidiéndote celebrar tu día del padre.

He dicho.