The idiot statement

Dado la gran recepción que tuvo mi último post, voy a sumergirme en un tema especial.
Metal: ¿el último bastión de la masculinidad?

Desde que tengo memoria y me gusta el metal (porque no soy de esos que por ser más viejos, deja de escuchar metal), éste se ha caracterizado por ser un sector dominado por hombres, un club de Toby. Y resulta bastante lógico, la música suele ser agresiva, los acordes no son dulces y edulcoradas melodías pop, sino desgarradoras y estridentes notas. Es una música fuerte, se supone que seas fuerte. Es un trago cabezón, tienes que tener estómago para ello. Es un golpe en pleno estómago. Es completamente lo opuesto al tipo sensible que llora con un atardecer y escucha temas depresivos (no me malinterpreten, no quiero decir que no sean hombres, pero no es lo mío) todo lo contrario, es agresividad en su estado máximo, es rabia, es ira acumulada, es aquello con lo que te identificas como hombre en ciertos momentos, es dejar de lado la sensibilidad por un minuto y transformarte en bestia, un asunto medio Dr. Jekyll and Mr.Hyde. Así una mujer puede volverse loca y saltar escuchando un tema de Miranda o Cindy Lauper. Pero un tipo muchas veces necesita de su "Pantera", su "Slayer", su "Sepultura" o "Slipknot" para volverse loco, golpear y saltar. En el fondo son comportamientos similares, es un patrón análogo pero que responde a distintos estímulos.

Pero las cosas no siempre fueron así.

Una mirada extraña puede llevar a conclusiones erróneas respecto al Metal, porque en definitiva el espectro metalero consiste en: Hombres en apretados trajes de cuero, melenudos, sudados por completo, agitando frenéticamente sus cabezas, exhibiendo sus músculos a una audiencia que en su mayoría esta compuesta por hombres, los cuáles saltan al mirar a los que están en el escenario. Mmmm….Pero el asunto no es así. De hecho, esa imagen es la que le ha salido más rentable a los artistas de Metal. No olvidemos el concepto "Groupie" y la gran cantidad de fans femeninas que tenían los grandes artistas. Si no me creen, deben recordar el lema del Rock: "Sexo, droga y Rock & Roll". Y el sexo no era entre miembros precisamente, sino con jovencitas púberes que se escapaban furtivamente desde su casa y que alucinaban con estos monstruos que en el escenario se sacudían de modo enajenante. Sobre el sexo tras backstage se ha escrito y dicho bastante, y no es mi intención abundar más en este tema.

Pero esa masculinidad intransigente se vio atenuada con el Glam Metal, testigo que tiene mucho que decir al respecto, sus más preclaros exponentes fueron: "Slade", "Sweet", "Hanoi Rocks", "Mötley Crüe", "Twisted Sisters", "Poison", "Cinderella" y "Skid Row". El Glam Metal fue influenciado por el Shock Rock, esto es, "Arthur Brown", "Alice Cooper", "The New York Dolls", "Kiss" y "W.A.S.P". Fue con el Glam Metal, que el metal decidió "emperifollarse" y cambiar la camiseta negra sucia por unos encajes rosados. Rob Jones, dj de la Knac Radio en EE.UU., era fotógrafo en los 80 y relataba sobre una sesión de fotos que les hizo a los Poison: "Así que me senté con Poison, en ese tiempo yo era fotógrafo, y me mostraban revistas Vogue, Elle, Cosmopolitan, y me decían así queremos lucir". Por esa feminización de sus caracteres ¿Dejaron de tener jovencitas fans haciendo cola en sus trailers? No, en lo absoluto. Pero este metal trasvestido no era algo agradable para los metaleros más ortodoxos, esta herejía sexual no era bien vista. Vince Neil, cantante de "Mötley Crüe", señalaba que todo comenzó cuando en las sesiones de fotos querían lucir bien, pero de ahí derivó al uso de encajes y cosas rosadas. El Glam se justificó como una tendencia rebelde frente al cómo los hombres debían verse, fue una forma de revelarse al género, si los Hippies fueron criticados por peinarse como mamá, los Glam fueron criticados por vestirse, peinarse y maquillarse como mamá.

Finalmente, la expresión más patente de que el metal ya no es patrimonio exclusivo de los hombres son las bandas de chicas. Ahora bien, todos mis compañeros metaleros seguramente pensarán en "Kittie", como una de las primeras bandas de metal exclusivamente compuesta por mujeres. Error. De hecho, la primera banda compuesta exclusivamente por mujeres se llama "Girlschool" y entre sus múltiples trabajos se encuentra una ilustre colaboración con "Mötorhead". Girlschool abrió las puertas para que las mujeres tomaran las riendas y se atrevieran a subirse a este vertiginoso aeroplano llamado Metal, sin embargo la tendencia que se ha masificado actualmente es la de la lead singer femenina. En tal sentido, dentro de toda la gama de estas cantantes, cabe especial mención la cantante de "Arch Enemy", que ha llevado este concepto al extremo, al apropiarse también del tono de voz gutural propio de los cantantes masculinos de death metal (sírvase de ver el video de Arch Enemy al costado derecho de esta página).

En suma, el metal ya no sigue siendo para los hombres lo que fue el área 51 para los Ovnis: exclusiva